Encaramada a la altura de la Mola, en medio de los pinos, encontramos esta encantadora villa, un verdadero remanso de paz y belleza. Se puede ver el mar desde casi todas las habitaciones y ofrece una vista tan despejada que se puede distinguir la singular forma de la isla.

En la planta principal se encuentran dos dormitorios, uno con cama de matrimonio y otro con cuatro camas. En el primer piso, encontrarás dos dormitorios con camas dobles y la suite principal, así como el acceso a una magnífica terraza y un torreón desde donde podrás disfrutar de las impresionantes puestas de sol características de la isla. Todas las habitaciones disponen de baños privados, aire acondicionado y una decoración cálida y natural que te hará sentir como en casa.